Páginas

Fantascopio

Bruno Marcos escribe sobre la exposición fotográfica ‘Despoblados’ que se puede ver en el Museo de los Pueblos Leoneses hasta febrero


En el mismo instante en el que José Arcadio Buendía vio la primera fotografía de su vida, pensó que, si se había capturado el espacio y el tiempo, tenía que poderse sacar el retrato de Dios.  

Con la aparición histórica del invento de la fotografía se produjeron fenómenos extraños, por un lado, se veía cumplida la aspiración ancestral de duplicar el mundo parando el tiempo y, por otro, se despertaban infinidad de supersticiones. Una de las más curiosas era la de su posible capacidad para registrar lo fantasmal, que vino a ser respaldada por la invención de los rayos X de Roentgen. Si se podía ver el interior, atravesar la materia, por qué no capturar las apariciones de los fantasmas de los que se llevaba hablando a lo largo de toda la historia. De hecho, la posterior aparición del cine, que se propaga de forma inmaterial por el aire hasta la pantalla, producía la escenificación exacta de lo fantasmagórico: algo que se ve pero que no está. LEER